3.7.12

Ma-Matemática

No hay día que pase y no me asombre de lo poderosa que puede ser la semilla que plantes en los primeros años de tus hijos...

Hoy volviamos del colegio, Oliver en su carrito sonriente y Tomasito caminando dando saltos.
Habían tenido un trabajo práctico de matemática, que al parecer era complicado. Digo al parecer porque ni me enteré...
Generalmente cuando llegamos les pido los cuadernos y los voy leyendo entre el ir y venir, el trabajo, la teta y el almuerzo. Pero este trabajito se lo mantuvo en secreto. Y eso que sabe que los trabajos prácticos una vez que los hace, nos los tiene que mostrar para que veamos si esta bien lo que entrega (y evitar sorpresitas).

Cuando le digo: 
-Tom pero no me lo mostraste antes de entregar!
-No, es que quería PROBARME, má. Y me saqué un 9,50!!! 
-Te felicito hijo
-Si re bien, ahora quiero que me entreguen el trabajo para ver en que me equivoqué...

Y como suele ocurrir mi mente en paralelo a esta charla, vuela a una charla conmigo misma:
- Tiene 9 años. Tiene 9 años y quiere probarse, tiene 9 años y se anima, tiene 9 años y quiere ver en que se equivocó para mejorar.


Entienden lo que digo???