Domingo purosol, 9 am, quincho desierto; mi alma, mi mate y mi sillita listos para aprovechar todo.
El cuerpito elegante en custioón se probó un par de mallas y con vestidito y ojotas blancas se acomodó.
Que lindo el solcito, el silencio, los pajaritos y los colores. Verdes, celestes jacarandá, rojos y naranjas...y el turqueza de la pileta.
Me doré, casi que me chamusco. No me di cuenta y en mi saboreo existencial, la hora se pasó volando y cuando vi que eran las 13 huí a la frescura del living.
Por la tarde, salimos con Umi a la sombrita de nuestro porche. Ella sola conectó la manguera y se puso a regar el jardín nuestro y de la vecina.
Y en eso suelta la declaración navideña del año:
-Sabías mami que papá noel usa almohadón?
-Si? y como es eso?
-Usa almohadón porque sino con el viento y frio del polo norte se le levanta la remera y se le enfría la panza.
Me fasciné y me imaginé al bonachón atándose el almohadón al cuerpo con un cinto. Me dió ternura.Y esas cosquillitas que siento cada navidad, como cuando era chica y lo esperaba mirando las estrellas.
Se acercan las fiestas y mis hijos ya estan precalentando su imaginación para la búsqueda de Santa.
Escrito originalmente el Martes, 30 de noviembre de 2010 a las 8:39
Borrado- eliminado por blogger el 12 de mayo de 2011
Vuelto a transcribir el 13 de mayo del 2011 :D
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